En la entrada de esta semana queremos recordar varias
cuestiones que pensamos que os pueden ser de utilidad... para las familias…
Aquí van algunas ideas:
- Las rutinas del día a día son momentos
privilegiados para desarrollar esquemas de interacción y comunicación con
vuestros hijos... da igual que estemos bañándonos o quitando un pañal... lo
importante es fijarse hacia donde se va la atención de nuestro hij@ y hacerle
propuestas a partir de ahí, generando un juego repetitivo que de pronto
interrumpo y espero a ver si demanda o favoreciendo que pueda pedir aquello que
quiere, moldeando una conducta
comunicativa (señalar, vocalizar, signar... lo que sea!!).
- Insistiremos una y otra vez en
lo importante que es apoyarnos en las
cosas que le gustan o las actividades que disfrutan (a veces con una gran
carga sensorial) para favorecer la aparición de esquemas de comunicación e
interacción. Interrumpamos su acceso a aquello que quieren y propongámosle una
forma de “pedirlo” (un gesto, señalar, vocalizar...), ayudémosle a ello
(podemos moldear –si le cogemos la mano y le ayudamos- o animar –si lo
iniciamos nosotros y esperamos a ver si recuerda lo que tiene que hacer).
- Lo fundamental será siempre promover la comunicación (más allá del lenguaje)... un niño
comenzará a comunicarse (como sea, al principio esto nos dará igual) en el
momento que tome conciencia de que sus acciones tienen una repercusión sobre el
mundo que le rodea.
Una vez que hayamos logrado que
nuestro hijo se comunique para pedir, sigamos avanzando en COMUNICACIÓN (no en
lenguaje exactamente). Se tratará de mostrarle que además de pedir puede
compartir lo que le interesa, llamar nuestra atención... y lo “clave” será que
sea capaz de TENER EN CUENTA A LAS PERSONAS. Con esto queremos transmitiros que
un niño puede, por ejemplo, tener mucho vocabulario o sólo tres palabras,
hacer frases o comunicarse utilizando
sólo un elemento, sin embargo, lo fundamental, será que LAS DIRIJA
INTENCIONALMENTE A LAS PERSONAS CON DIFERENTES FINALIDADES y le sean útiles, para
manejarse en el mundo (pedir ayuda, llamarte, etc.)
-Otro aspecto importante en la interacción con nuestros
hijos es saber “esperar” (no
ellos... no... NOSOTROS!!!!)... a veces estamos tan centrados en que hagan, en
que respondan a lo que les pedimos... que podemos:
o No
dejarles el suficiente ESPACIO para procesar la información y organizarse para
darnos una respuesta. En este sentido, os insistimos en el uso de ELEMENTOS NO
VERBALES (signos, tarjetas, gestos, indicaciones...) para elicitar sus
respuestas. De esta manera, si lo que esperamos es una respuesta verbal, el
hecho de no provocarla verbalmente (por ejemplo, por completamiento...
peeeee.... (y nos dice “pelota” en lugar de pera, que es la palabra que
pretendemos que surja) hace que el niño tenga que esforzarse en buscar la
etiqueta en su cabeza tirando del significado y no del sonido (ruta mucho más
sencilla en ocasiones para él, pero con una gran limitación para usarla de
forma espontánea posteriormente)
o También
nos puede ocurrir que les BOMBARDEEMOS a
preguntas, sugerencias, indicaciones, palabras de ánimo, refuerzo,
recordatorios...pufffffffff... pero sin dejarle espacio para que ellos
RESPONDAN... con frecuencia... una indicación clara y el SILENCIO pueden ser
nuestros mejores ALIADOS.
- Como
decía Rivière (un gran profesional del mundo del autismo) “AYUDA A TU HIJ@ SIN CONVERTIRLO EN UNA OBSESION... Es difícil,
porque con frecuencia los padres tenemos tiempos con ellos muy limitados, pero
PODEMOS JUGAR CON ELLOS POR EL SIMPLE HECHO DE HACERLO Y LO QUE ES MÁS
IMPORTANTE, POR EL MERO HECHO DE DISFRUTAR... sin tener SIEMPRE que convertirlo
en una sesión de estimulación... y SOBRE TODO, sin transformarlo en un examen
permanente... “a ver, de qué color es?? Cómo se llama??... dónde está
papá???... venga que tú sabes decirlo... esto es una pa-ta-...”... ya me
entendéis... ;-)
- Otra
cosa fundamental es que cuando algo le “cueste” a nuestros hij@s, seamos
capaces de abordarlo muy poco a poco
y de manera constante... Esto pasa
muchas veces, por ejemplo, con la comida... o con el salir de casa a
determinados lugares... Ciertamente para cualquier niño con dificultades de
comprensión puede ser todo un reto mantener una conducta adecuada en
determinadas circunstancias que puede no entender (esperar en la sala del
médico). Será fundamental ser capaz de “reducir” nuestro objetivo final a
pequeños pasos... muy pequeños... y no avanzar hasta lograr conseguir que dé
cada uno de ellos... no tener prisa y ser constantes... las mejores
herramientas...
También en este sentido es
importante decidir qué batallas queremos
librar... esto es algo muy personal... depende de las preferencias
familiares y de las necesidades en función de la dinámica de cada uno... Para
una familia puede ser fundamental que su hijo aprenda a tener una conducta más
o menos apropiada en la iglesia, porque esto es importante para ellos, y otros
pueden preferir insistir en que el niño aprenda a estar en la terraza de una
cafetería, permaneciendo sentado mientras toman algo... a otros, poderlo llevar
a pasear sin que salga corriendo... Sea lo que sea lo que elijas... márcate un
plan, consúltalo con tus profesionales de referencia y vete haciéndoles
partícipe de tus avances y dificultades para que puedan aportarte soluciones
concretas!!! (también estamos aquí!!!!!)
Además de todo esto... es importante no olvidar como padres
y familia, parafraseando de nuevo a Rivière...
Que
nuestra vida no tiene que cambiar radicalmente por tener un hij@ con dificultades
en el desarrollo...
Que a
nuestros hijos no les sirve de nada que nos encerremos, nos pongamos tristes o
nos deprimamos...
Que
nadie tiene la culpa de lo que le pasa al niñ@... Y mucho menos el otro padre o
madre...
Por
tanto, para cuidar nuestra “salud mental” o “nuestro estado emocional” será
fundamental que tengamos espacio y tiempo para hacer nuestras propias
actividades, aquellas con las que disfrutamos, que nos hacen sentir bien y que
son elecciones totalmente personales (a veces, será el deporte, otras un libro,
otras quedar a charlar con los amigos, otras el fútbol, otras el cine, otras la
videoconsola... )
Reservemos espacios personales y espacios de pareja...
También dediquemos un tiempo especial a los hermanos, si es posible... y para acabar...
recordar que las personas que nos rodean (amigos, vecinos,... ) a veces están
deseando echarnos una mano... aprovechémoslos como apoyos, así como de los
servicios de respiro o lugares de ocio...
Si nosotros, como padres, estamos bien... seguro que
podremos ser un mejor apoyo para el desarrollo de nuestros hijos... Como hace
unos años decíamos en el Proyecto Piña...
“Si tú estás bien, él/ella será más feliz”...
No hay comentarios:
Publicar un comentario